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La investigación, realizada durante 15 años por la Universidad de Ottawa, arrojó preocupantes resultados para los consumidores de cannabis.
El consumo global de marihuana está aumentando, en muchos casos incluso de la mano de legislación que lo autoriza, aunque había escasez de evidencia científica sobre los hallazgos de imágenes pulmonares asociados. Ahora, una nueva investigación retrospectiva de casos y controles evaluó los resultados de los exámenes de TC de tórax y ha concluido que su consumo puede dañar más los pulmones y las vías respiratorias de un fumador que el tabaco.
Investigadores de la Universidad y el Hospital de Ottawa dieron a los hallazgos de su reciente investigación en la revista especializada Radiology. Se trata de un estudio con pocos casos, ya que para la investigación, los científicos analizaron los exámenes de tomografía computarizada de tórax de 56 fumadores de marihuana, 57 no fumadores y 33 fumadores de tabaco dentro del período comprendido entre 2005 y 2020.
Las personas que participaron del estudio fumaban un promedio de 1,85 gramos de marihuana por día, aunque menos de la mitad de los fumadores especificaron su uso diario. Además, el estudio únicamente incluyó a fumadores de tabaco de 50 años o más que fumaron al menos un paquete por día durante 25 años.
A partir de su observación determinaron que se pudieron observar entre los fumadores de marihuana tasas más altas de enfisema paraseptal y cambios inflamatorios en las vías respiratorias, como bronquiectasias, engrosamiento en la pared bronquial e impactación mucoide. A su vez, localizaron tasas más altas de inflamación de las vías respiratorias y enfisema, una enfermedad pulmonar crónica, entre los fumadores habituales de marihuana que participaron del estudio, en comparación con los fumadores habituales de tabaco y los no fumadores.
Giselle Revah, radióloga, profesora asistente en la Facultad de Medicina y autora principal del documento, buscaba respuestas sobre el efecto de la marihuana en los pulmones y sus implicaciones para la salud, especialmente con poca información disponible en la literatura actual, ya que la marihuana solo se legalizó en Canadá en 2018.
“Puedo saber si alguien es un fumador empedernido o fumador de cigarrillos desde hace mucho tiempo cuando observo una tomografía computarizada. Siendo la marihuana la segunda sustancia más inhalada después del tabaco, comencé a preguntarme: ¿Cómo se ve la inhalación de marihuana en una tomografía computarizada? ¿Sería capaz de decir si alguien fuera fumador de marihuana, que se ve diferente a lo que se observa a partir el humo del cigarrillo?”, explicó la investigadora.
Según indicaron los profesionales en el estudio, las tasas más altas de inflamación y enfermedad entre los fumadores de marihuana en comparación con el tabaco podrían estar relacionadas con las diferencias en la forma en que se consumen habitualmente las drogas.
“La marihuana se fuma sin filtrar, en comparación con el tabaco, que generalmente se filtra. Cuando no se utiliza filtro hay más partículas que llegan a las vías respiratorias, se depositan allí y las irritan. Las personas por lo general toman bocanadas más grandes y retienen el humo en los pulmones por más tiempo para la marihuana, lo que puede provocar más trauma en esos espacios de aire”, explicó la doctora.
A pesar de estas posibles explicaciones que argumentaron los científicos, los autores del estudio señalaron que algunos de los fumadores de marihuana también fumaban tabaco, y que ciertas exploraciones pulmonares arrojaron resultados no concluyentes, lo que significa que se necesitan más estudios.
Como señaló Revah, “hay muy poca investigación sobre los efectos del cannabis en la salud en general, ya que está prohibido en la mayoría de los países”. Canadá, donde se encuentran los investigadores, legalizó el uso recreativo en 2018. También es legal para uso recreativo en Uruguay y México, aunque con restricciones, y en 21 estados de Estados Unidos, mientras que varios otros territorios también han despenalizado recientemente la posesión de la droga o la han aprobado con restricciones precisas para uso medicinal.
Por su parte, el doctor David Kaminsky, neumólogo y profesor de medicina de la Universidad de Vermont, que no participó del estudio, consideró: “No me sorprende. Una hoja que se quema es una hoja que se quema, el pulmón no sabe la diferencia si es tabaco o marihuana”.
FUENTE:nuevodiarioweb