Ahora el rosarino se envalentonó y quiere ser candidato del albertismo. Mencionan a Albistur para la ex Side.
Alberto Fernández se inclinó por Agustín Rossi para reemplazar a Juan Manzur en la jefatura de gabinete y le asestó un golpe letal a la candidatura presidencial de Daniel Scioli, que era otra de las alternativas para el cargo, tal como anticipó LPO.
El presidente filtró a Clarín que el santafesino Rossi dejará la AFI a la que fue convocado apenas ocho meses atrás y asumirá recién el miércoles próximo porque estaba de recorrida por Estados Unidos.
El también ex ministro de Defensa se envalentonó con el que será el más importante de los cargos en el que fue designado durante el albertismo a tal punto que ahora quiere ser el candidato a presidente de ese sector, si es que Alberto declina su postulación.
El cambio deja deslucido a Scioli, que había empezado a dar reportajes en los que se proponía como una alternativa si el presidente no busca la reelección. “Cuando llegue el momento, la gente ya me conoce, no hace falta que haga mucha campaña”, dijo el ex gobernador bonaerense el fin de semana pasado.
El propio Alberto filtraba que Scioli era su plan B para exhibirle una carta fuerte al kirchnerismo, en donde reniegan de las aspiraciones reeleccionistas del jefe de Estado.
Scioli ya se había prestado a que Alberto lo repatriara de Brasil para ocupar el ministerio de Desarrollo Productivo durante un mes, hasta la llegada de Sergio Massa al gabinete. De hecho algunos voceros del Gobierno hablaban en las últimas horas de un veto del ministro de Economía a un nuevo arribo del ex motonauta al gabinete, aunque eso fue desmentido en Economía.
Como ya es costumbre, Alberto consiguió dejar heridos a dos dirigentes de peso en una sola maniobra. Manzur había especulado con pedirse licencia para la campaña en Tucumán pero finalmente deberá renunciar en medio de un ninguneo feroz.
“Les devuelvo a Juan a los tucumanos”, dijo Alberto esta semana, como si hablara de un objeto prestado y no del candidato a presidente que manejaba los resortes del Estado, que era la imagen que Manzur vendía a sus coprovincianos desde Buenos Aires.
Pese al desgaste que sufrió desde la hora cero en la que desembarcó en el gabinete, Manzur siguió jugando para Alberto hasta el final: dijo en el mismo acto en el que fue ninguneado que haría lo que pida el presidente para las elecciones. Por eso la frase de Alberto cayó como una bomba en Tucumán e incluso hubo gestiones para sacarla de agenda.
Para la AFI, en tanto, Alberto estudia designar al publicista Enrique “Pepe” Albístur, su amigo íntimo y esposo de Victoria Tolosa Paz, la nueva estrella del albertismo que se pelea a viva voz con La Cámpora. Albístur dice en la intimidad que el peronismo tiene que ir con cualquier candidato menos Cristina Kirchner.