La Unión Industrial Argentina informó que la producción creció el año pasado impulsada, principalmente, por los sectores Automotor y de Metales Básicos. ¿Qué dijeron del inicio de 2023?
La industria argentina creció 6,5% en 2022 respecto de 2021 y marcó, así el segundo año consecutivo de mejora, luego de la fuerte caída que se observó en el trienio 2018-2020, según datos difundidos este jueves por la Unión Industrial Argentina (UIA).
Así, según el Índice de Producción Industrial que elabora la entidad reflejó que “la producción logró superar los niveles de 2017 (+3,6%) y quedó levemente por debajo de los registrados en 2015 (-2%)”, según destacó la central fabril. Sin embargo, advirtió que la actividad aún está lejos del máximo nivel alcanzado en 2011, ya que se encuentra un 16,4% por debajo de los niveles de ese año.
Indicaron que se registraron subas interanuales durante el año, aunque menores a las de 2021, en el que hubo un fuerte crecimiento luego del impacto de la pandemia en 2020.
Entre los sectores que más impulsaron el crecimiento durante el año se destacan el Automotor, que alcanzó los niveles máximos desde 2014; seguido por Metales Básicos, la industria Metalmecánica y Refinación de Petróleo.
Asimismo, algunos sectores como Papel y Cartón y Minerales no metálicos registraron un buen desempeño durante la primera mitad del año, pero comenzaron a desacelerarse hacia el segundo semestre.
Otros sectores mostraron subas menores durante el año, asociadas a una mayor base de comparación, como fue el caso de Sustancias y Productos Químicos y Alimentos y Bebidas.
Menor dinamismo desde diciembre
Asimismo, señalaron que en diciembre se registró una caída de 1,1% interanual, la primera en 10 meses, además de una contracción de 3,2% respecto de noviembre.
En este sentido, la UIA advirtió que este retroceso es producto de que “comienza a impactar el menor dinamismo de la actividad (construcción, sequía en el agro, entre otros), la suba en el costo de financiamiento y dificultades derivadas de las restricciones al acceso de insumos importados”.
La entidad reseñó que, el año pasado, “en el plano internacional, la invasión de Rusia a Ucrania implicó un menor crecimiento global, un aumento generalizado de costos e inflación mundial y una aceleración de las políticas monetarias contractivas con encarecimiento de las tasas de interés internacionales”.
En cuanto al panorama local, indicó que “se mantuvieron e intensificaron las tensiones cambiarias y financieras de los años previos”, y que, si bien el acuerdo con el FMI permitió refinanciar los vencimientos externos con el organismo y brindar cierta previsibilidad, al mismo tiempo, implicó metas en materia de acumulación de reservas internacionales que, en un contexto de menor saldo comercial por la suba de precios globales y elevada brecha cambiaria, derivaron en crecientes dificultades en el acceso a divisas para la producción.
En ese sentido, la Unión Industrial precisó que el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) “mostró dificultades en su funcionamiento para las empresas” del sector, de modo que: más de un 80% de las firmas indicó que los plazos de aprobación de las solicitudes con el nuevo sistema fueron más largos que con el sistema anterior. Eso, aseguran “encareció y limitó el abastecimiento de insumos claves para la actividad industrial”.
La UIA subrayó que “el consumo durante la primera mitad del año mostró una leve recuperación, en gran parte como consecuencia de incrementos en los salarios y de refuerzos de ingresos a jubilados, monotributistas y titulares de planes sociales, lo que permitió mantener el poder de compra a pesar de la aceleración de la inflación”.
¿Cómo se proyecta 2023?
Por otro lado, en lo que respecta a 2023, la UIA observa que “comenzó con un buen nivel de actividad del año anterior, pero con un bajo arrastre estadístico y una visible desaceleración de la producción”.
“Dado el año electoral y los desafíos macroeconómicos por delante, el foco de la coyuntura seguirá puesto en la brecha cambiaria, las reservas internacionales y los controles a las importaciones, que condicionarán la dinámica de la actividad”, finaliza el informe.
fuente:ambito