
En medio de la incertidumbre por las candidaturas en el Frente de Todos, el embajador en Brasil estuvo con la intendenta Quilmes, Mayra Mendoza. Mañana visitará a los gobernadores Omar Perotti y Gustavo Bordet
El Frente de Todos tiene un solo precandidato presidencial que se mueve en clave de campaña electoral. El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, reparte sus días entre Brasilia y Buenos Aires. Suma kilómetros con un doble objetivo: mantener fuerte su gestión en el país vecino y construir un camino dentro del peronismo que le permita ser candidato a presidente.
Lo hace en un contexto complejo por la falta de diálogo que existe dentro del Gobierno, las demoras en las definiciones y la tensión permanente en la convivencia. La disfuncionalidad de la coalición gobernante complica su proyección electoral y el ordenamiento del oficialismo a pocos más de dos meses del cierre de listas. Nadie gana y casi todos pierden.
Este miércoles, Scioli marcó la agenda política con una foto en el conurbano bonaerense. Visitó la localidad de Quilmes y estuvo reunido con la intendenta Mayra Mendoza, una de las dirigentes más cercanas a Cristina Kirchner y parte de la mesa chica de La Cámpora.
Como prueba del encuentro hubo una foto con detalles simbólicos fuertes: el ex gobernador acompañado por una referente del proyecto kirchnerista, y de fondo los cuadros de Néstor y Cristina Kirchner; sobre la mesa, la portada de un libro que dice: “Tenemos Patria. Tenemos proyecto. Somos futuro”.
De estrecho vínculo con Máximo Kirchner, Mendoza es una de las pocas jefas comunales que tiene la organización ultra K que este año tratará de retener la gobernación de su municipio frente a un candidato del PRO.
En el kirchnerismo el ex motonauta es considerado un “albertista” porque está parado cerca del Presidente. Además, porque saben que Alberto Fernández ha respaldado su intención de mostrarse como precandidato presidencial y porque por su perfil podría expresar al peronismo no kirchnerista. Lo miran con desconfianza.
Scioli no tiene relación con Máximo Kirchner, habló por última vez con la Vicepresidenta en diciembre del año pasado y no mantiene un vínculo estrecho con el núcleo duro del mundo K. En sus reuniones políticas suele decir que nunca traicionó y que siempre estuvo parado en la misma vereda. Incluso después de que el kirchnerismo le diera un tibio apoyo a su candidatura presidencial en el 2015.
En el mundo K no es considerado uno de los propios. Por eso la imagen de esta mañana tiene impacto en la agenda política. En un clima de tanta tensión interna, la imagen de Scioli con Mendoza hasta podría ser considera un gesto de distención. Una rareza entre tantos reproches internos.
En la línea de pensamiento del ex motonauta, mostrarse con actores políticos de diferentes sectores le da sustento a su idea de que es momento de ampliar el espacio político y no cerrarse en los conflictos internos. Correr los límites para construir un proyecto electoral competitivo. Para él esa es la tarea clave en este tiempo del proceso electoral.
En lo que respecta a la actividad formal, el ex gobernador estuvo en la empresa Secin, que es líder en la fabricación de bienes de capital (equipos de procesos productivos) elaborados en aceros inoxidables y metalurgias especiales. Fiel a su estilo, se inclinó por una visita al sector productivo para darle un marco a su nueva recorrida por el conurbano.
fuente:infobae