En medio de los disturbios y las crecientes ejecuciones, Irán ha ahorcado a dos hombres condenados por blasfemia al ‘atentar’ contra el Islam.
El activo patíbulo en Irán continúa manchándose de sangre. Las ejecuciones de condenados a pena de muerte se elevaron a 203 desde principios de este año, según el grupo Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Este lunes , en medio de los disturbios y las crecientes ejecuciones, Irán ha ahorcado a dos hombres condenados por blasfemia al ‘atentar’ contra la mitología o religión del Islam del profeta Mahoma.
Los ‘rebeldes’, que desde su arresto permanecían aislados en sus celdas sin contacto con sus familias, se llamaban Yousef Mehrdad y Sadrollah Fazeli, según informó la agencia de noticias Mizan, perteneciente al Poder Judicial de Irán.
La justicia iraní había condenado en mayo de 2020 a Mehrdad y Fazeli por ser los supuestos responsables de una red que distribuía contenidos contra el islam, insultaba al Mahoma y promovía el ateísmo en la república islámica teocrática basada en los principios religiosos del islam chi.
Usaban la popular aplicación de mensajes Telegram bajo un canal llamado Crítica de la superstición y la religión para repudiar e injuriar aquella religión. Supuestamente las ahorcados, tildados “quemadores del Corán”, tenían en su haber documentales que mostraban al libro sagrado del islam en llamas.
Claramente los ‘herejes’ provocaron al fanático régimen pero, de todos modos, la pena de muerte por diversas creencias religiosas que recuerda también a las inquisiciones cristianas, no debería tener sitio en el siglo XXI. La agencia de noticias Mizan indicó que no publicó los insultos contra el islam que cometieron los dos ejecutados debido a “su extrema fealdad y vulgaridad”. Sin embargo parecería una mera táctica para ocultar lo infundado de las penas de muerte ordenadas por Irán.
Más ejecuciones
El país tiene una una postura muy dura y retrógrada contra las ofensas al islam. Ridículo porque es una de las muchas creencias religiosas que no son verdades absolutas, sino formas de espiritualidad. Pero allí la palabra de Mahoma es la verdad y todo aquel que la cuestiona perece en el intento o es condenado a una vida tortuosa en la cárcel. Irán es uno de los principales países en número de ejecuciones, con 246 de ellas en 2021 y 582 personas, de acuerdo a lo estimado por Iran Human Rights que lo colocó como el segundo país mayor verdugo del mundo. Pero las ejecuciones por blasfemia siguen siendo excepcionales, ya que en casos anteriores las autoridades han reducido las sentencias.
La ejecución se dio en medio de una enfriamiento de las protestas registradas durante meses por la muerte en septiembre de Mahsa Amini, de 22 años, que había sido detenida y que terminó la detención y posterior muerte de cuatro personas acusadas de supuestos delitos durante las manifestaciones. El caso del futbolista iraní Amir Nasr Azadani en medio del mundial de Qatar de 2022 despertó las alarmas del mundo. Inicialmente sentenciado a pena muerte por el supuesto asesinato de 3 miembros de las fuerzas de seguridad, fue condenado a 26 años de cárcel. Tal vez los reclamos de asociaciones de futbolistas y medios internacionales lo salvaron de la muerte.
FUENTE: URGENTE24