Ocurre en Santa Ana. Los ocupantes aseguran que la hermana del delegado comenzó a repartir parcelas después de perder las elecciones.
mnas 100 familias en Santa Ana, que no poseen un techo propio, se han establecido en terrenos fiscales de la localidad y de una familia dedicada a la caña de azúcar.
Llevan ya 12 días viviendo en condiciones precarias, construyendo refugios improvisados con plástico, y sin acceso a servicios básicos como luz y agua potable. Los niños de estas familias están sufriendo especialmente por las bajas temperaturas.
Se informó que la propiedad de alrededor de 15 hectáreas fue ocupada justamente cuando la administración local había comenzado a distribuir parcelas a los ciudadanos inscritos para recibir dicho beneficio. Los ocupantes, cerca de 500 personas, alegan que la distribución de tierras se llevó a cabo favoreciendo a personal cercano a Sara Reales, hermana del comisionado comunal Diego Reales.
Rosa García, madre de dos niños y una de las ocupantes, criticó que tras las elecciones, que Sara Reales perdió frente a Hernán Romano, la comuna se apresuró a repartir tierras a personas que ya poseen una vivienda, ignorando la situación de muchas familias sin techo.
Además del terreno que la comuna había destinado para los beneficiarios seleccionados, los ocupantes se adentraron en la propiedad de los hermanos Ricardo y Manuel Alvarez, quienes han poseído alrededor de 20 hectáreas durante 50 años. Ambos hermanos contaban con una protección de “tenencia pacífica e ininterrumpida” que el Gobierno prometió respetar.
Juan Omar Flores, encargado de la comuna durante la licencia médica de Reales, indicó que tanto la administración local como los hermanos Alvarez presentaron una denuncia ante los tribunales de Concepción. Varios de los ocupantes ya fueron citados a declarar.
Flores explicó que la comuna cuenta con autorización provincial para la urbanización del sector ocupado, parte de la ampliación del barrio Colegiales. Agregó que comenzaron a abrir calles para entregar los terrenos a quienes lo habían solicitado desde hace tiempo, pero fueron invadidos rápidamente por familias que los tomaron por la fuerza.
En total, fueron ocupados 56 terrenos de la comuna y unas 40 familias se instalaron en la propiedad de los Alvarez. Se informó que todo el ejido urbano de Santa Ana es terreno fiscal y la provincia hasta ahora ha logrado escriturar las posesiones de familias en 24 colonias.
Las personas que ocupan el terreno viven en condiciones extremas de precariedad y varios niños han enfermado debido a las inclemencias del tiempo. Los ocupantes expresaron su desesperación por la falta de apoyo gubernamental y su determinación a permanecer en los terrenos, con la esperanza de tener algún día un techo propio.
fuente:losprimeros