El equipo de trabajo de Osvaldo Jaldo no sólo desembarcará en 25 de Mayo primera cuadra con nuevos nombres. Además habrá recortes significativos en la estructura del gobierno, tal como había anunciado.
A poco más de una semana del traspaso de mando, el entorno del gobernador electo está abocado a terminar de diseñar esa reestructuración que, en los estratos ministeriales, sólo implicaría al menos hasta ahora, la fusión de Economía con Producción, que quedarían en manos de Daniel Abad.
Una de las carteras en donde se avanzó es la de Gobierno y Justicia, que estaría conducida por el hoy legislador Regino Amado. Hombre de confianza del tranqueño y referente del jaldismo en el oeste, vuelve al puesto en el que se desempeñó entre 2015 y 2019 (los primeros dos años abarcaba también el área de Seguridad). Actualmente la ministra es Carolina Vargas Aignasse, que fue electa parlamentaria.
Si bien el nuevo organigrama no está terminado, sí se suprimirían oficinas que, consideran, no tendrían tareas del todo específicas o aquellas cuyas funciones pueden ser absorbidas por otros despachos. Los que están a la cabeza de este proceso son el Secretario de Gestión Pública y Planeamiento, Julio Saguir, Vicente Nicastro y Abad, entre otros.
Actualmente, por debajo del ministro hay cuatro secretarías y una subsecretaría. A su vez, en los escalones siguientes se suman cuatro subsecretarías más y una docena de direcciones, de acuerdo con la información publicada en la página web oficial del Estado. Entre las que desaparecerían estarían la subsecretaría de Relaciones Institucionales, la dirección de Articulación Comunitaria y la subsecretaría de Gobierno.
Amado encabezó el acople jaldista legislativo “Tucumán para la Victoria” por el oeste, que cosechó cuatro bancas (las de Amado, Francisco Serra, Sara Lazarte y Carlos Funez). A juzgar por la composición que trascendió, sería una de las espadas políticas de Jaldo en su próxima gestión junto con el bandeño Darío Monteros (sería ministro del Interior).
El monterizo fue concejal (1999-2003) y tuvo varios períodos como legislador desde 2003 en adelante. En 2009 fue presidente subrogante y quedó a cargo de la vicegobernación durante seis años (en reemplazo de Juan Manzur, que tomó licencia para ser Ministro de Salud de la Nación).
Luego pasó al Ministerio de Gobierno hasta que volvió al Poder Legislativo. En 2019 fue elegido subrogante nuevamente hasta que fue desplazado hasta la vicepresidencia primera, por un acuerdo, durante la interna entre el manzurismo y el jaldismo. En ese puesto en la mesa permanece.
Por debajo de Amado, están dos áreas principales: la secretaría de Gobierno y de Relaciones Institucionales y de Justicia y Derechos Humanos. En la primera estaría previsto que jure Raúl Albarracín, el legislador de origen radical que durante los últimos comicios dejó Juntos por el Cambio para pasarse a las filas del jaldismo. Desencantado de la oposición, compitió como candidato a intendente de Concepción y, aunque no fue electo, tuvo una excelente performance. El abogado, de buena relación con la Iglesia y que estuvo ocho años en el CAM, tendría a su cargo el Registro Civil,
Comercio Interior y la Escuela de Gobierno, entre otras oficinas importantes. Trascendió que, si bien habría varias figuras propuestas para esos sitios, aún no hay confirmaciones.
En la segunda secretaría, asumiría el ex juez federal Mario Racedo. El letrado se reunió con Jaldo y con Amado y la imagen fue publicada en las cuentas oficiales del futuro titular del Ejecutivo en las redes sociales. La experiencia de Racedo en el fuero federal fue clave para su inclusión en esa cartera, sobre todo por su conocimiento de la Justicia y de la lucha contra el narcotráfico.
Este último asunto desvela al vicegobernador y será prioritario en su agenda de gobierno. De hecho, en el encuentro que mantuvieron los tres habrían dialogado sobre la vinculación de los ministerios de Justicia y de Seguridad. En el temario de la charla habrían entrado también las vacantes judiciales, que suman 34, y la necesidad de que sean cubiertas rápidamente. La ley de Narcomenudeo y el avance de las obras de la nueva cárcel y de la alcaidía habrían sido abordadas también. La posible inclusión de Racedo en el gabinete fue la comidilla en los ámbitos judiciales durante las últimas horas.
Por otro lado, la Secretaría de Trabajo sería administrada por César Torres, dado que, además de liderar el gremio de Camioneros, es una de las cabezas de la CGT local. La Secretaría de Relaciones Internacionales podría recaer en la actual subsecretaria del área, Virginia Ávila. La economista es funcionaria de carrera y había participado activamente en las gestiones para el reingreso del limón y la frutilla a mercados internacionales.
En la Secretaría de Culto y vinculación con organizaciones civiles también habrá continuidad y seguirá en manos de Roxana Díaz.
A 10 días de la toma del poder, otros dos dirigentes también se sumaron a la nómina de posibles incorporaciones al equipo del Gobierno en ciernes. El legislador Raúl Ferrazzano podría convertirse en fiscal de Estado Adjunto, acompañando a la casi segura próxima titular del área, Gilda Pedicone.
Mientras que en el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP), podría rcalar Juan Casañas, el ex agrodiputado de la UCR, quien fue candidato a intendente de Yerba Buena y forma parte del grupo de dirigentes identificados con Albarracín.
FUENTE:LAGACETA