
La Federación Ambiental de Tucumán, la cual nuclea a diferentes organizaciones ambientales de la provincia, manifestó su gran preocupación por la situación de los osos de la Reserva Fitozoológica Carlos Pellegrini de San Pedro de Colalao. A través de un documento firmado por su titular, Mauricio García Villanueva, se solicitó la pronta intervención de la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelo de la provincia. Integrantes de las ONG, manifestaron a VOVE Tucumán, que el objetivo es conocer en detalle las condiciones actuales de los animales. Esto incluye instalaciones, estado de salud, comportamiento y régimen alimentario de los osos.
Las asociaciones ambientalistas solicitaron a las autoridades un informe acerca del Programa de Mejoramiento de Vida. El mismo debía ser implementado por la reserva en los últimos doce meses. El programa se estableció tras reiteradas denuncias públicas por el estado de diez osos pardos y un oso negro que se encuentran en las instalaciones. Desde la federación, señalaron que “no se ha mejorado de manera considerable su recinto para tolerar las altas temperaturas«. Además, advirtieron que «actualmente, sus vidas corren riesgo”. Según los ambientalistas, el último registro audiovisual de los osos, es del día 7 de enero de 2024. Allí se puede observar que a simple vista, el único cambio significativo es una tela media sombra, cubriendo una porción del espacio. Por medio de las redes sociales, compartieron las imágenes y relataron las altas temperaturas y el entorno poco natural en el que están inmersos.
Entre los argumentos que motivan la presentación, se encuentra el hábitat pequeño, carente de sombras y constituido por pisos de cemento y piedra. Según el registro del servicio meteorológico, hubo días con sensación térmica superior a 40°. En estas circunstancias, los especialistas indicaron que las piedras de las instalaciones pueden calentarse por arriba de los 50° C. Esto podría provocar lesiones en los animales. También indicaron que necesitan mejores cuidados, un mayor espacio y una ambientación más natural que les permita vivir en buenas condiciones. Por otro lado, la reserva permite observar a aquellos ejemplares que no pueden ser reinsertados a su hábitat natural, porque han sido domesticados o han nacido en cautiverio. Es decir, si se los libera podrían morir por inanición o por depredación. Esta situación trajo conflictos a la hora de evaluar un eventual traslado de los mismos hacia un lugar más amplio y natural.
La federación manifestó que “desde el año 2023, varias organizaciones y ciudadanos acongojados y preocupados por la vida de estos osos, han solicitado a las autoridades provinciales la creación de una comisión interdisciplinaria integrada por veterinarios y biólogos”. Aseguran que insistieron en hablar y trabajar en conjunto, sin embargo, no recibieron una respuesta positiva. Por eso, resaltan el necesario rol de la cartera del gobierno para establecer el vínculo con la reserva. Esta última, trabaja hace treinta años como un espacio educativo y de protección, donde se rescatan especies autóctonas y exóticas de diferentes zonas del país.
fuente:vo-ve