Se debe tratar con extremo cuidado la cuestión del narcotráfico en la provincia de Santa Fe, hasta horas solo hay declaraciones marketineras de la ministra Bullrich y nada de acciones concretas.
Combatir a los narcos no es una tarea fácil, ni aquí en Argentina, ni en ningún otro lugar del mundo. El caso de Rosario es todavía mas problemático, pues años de inacción de la política y complicidad policial llevaron a los vendedores de la muerte a tener un poder sobre la vida de los rosarinos.
Hasta ahora el gobierno de Javier Milei no hizo nada para combatir el narcotráfico en Rosario, solo repetir acciones que fracasaron , que es poner mas policías en las calles, seguir depurando la fuerzas y la mala decisión de mostrar incansablemente en las redes la requisa al estilo Bukele en las cárceles santafesinas, con ese show mediático promovido por Bullrich “NO ALCANZA”.
Los narcos compran voluntades políticas, policiales y de funcionarios varios del puerto, todo eso con en el gran caudal de dinero que manejan, pero hasta ahora no hay detenciones ni causas importantes contra empresarios que trabajan lavando dinero para los narcos con desarrollos inmobiliarios, gastronomía y empresas de todo tipo, tampoco se detuvo a ningún escribano o abogado que son cómplices en Rosario de estas mafias asesinas.
El estado tiene que realizar un trabajo inteligente con la Afip y el resto de las oficinas antilavado para atacar el poder real de narcos que es el “DINERO” que compra impunidad a toda hora.
No alcanza, reiteramos con declaraciones amenazantes como la que profiere el Presidente Milei o la ministra Bullrich, tampoco alcanza con mas balas, porque solo morirán mas inocentes.
El gobierno de Javier Milei se juega la seguridad de todos los ciudadanos de Santa Fe y especialmente de Rosario que necesitan que el estado los proteja con todos sus recursos, pero especialmente con una política de seguridad diseñada para combatir en todas las aéreas a los narcos, sin hacer alarde de pequeños logros, sino lograr ganar la batalla final que es lo importante.
JUAN RIVADENEIRA
Editor