El empresario Carlos Muia, dueño de empresa en tres provincias, dialogó con Ámbito. “El RIGI pone condiciones leoninas pero es el único modo para atraer inversiones”, dijo.
Carlos Muia, radicado en Catamarca hace 40 años, es una de los empresarios de mayor predicamento en el norte argentino y preside en su provincia la representación local de la Unión Industrial. En diálogo con Ámbito, a raíz de la explosión de la actividad minera en la región, advirtió que “si no le se agrega valor a la actividad extractivista, a la riqueza que tenemos la miramos y la saludamos cuando se va”.
Muia fundó en 1982 la empresa textil Confeca, en Catamarca; en La Rioja adquirió Confecciones Riojanas, una planta que fue cerrada en 2019 que en la actualidad se denomina Confelar y en Tucumán es el principal accionista de Santista Argentina, exGrafa, desde 2021, y recuperó las emblemáticas marcas Ombú y Grafa. “Adquirir Santista fue la operación más importante de mi vida”, sostuvo. Santista está radicada en Famaillá, es la mayor productora de telas de jeans del mercado nacional y produce el 80% de la ropa de trabajo que se usa en el Argentina.
Periodista: ¿Cómo ven desde el sector industrial el boom de la minería?
Carlos Muia: Vemos que hay una gran oportunidad pero no nos interesa el negocio por el negocio mismo, necesitamos que la sociedad vea cuál es el beneficio de la minería, no puede ser que el beneficio sean dos ambulancias, el auspicio para un equipo de fútbol o mobiliario para un jardín de infantes.
P: ¿A qué se refiere con esta aseveración?
CM: Todos sabemos que esta actividad genera fuentes de empleo para la sociedad pero debe quedar algo más cuando se vayan las empresas. Y eso es infraestructura en energía, en rutas, en energía eólica y solar. Es decir, que tengamos acceso a la generación de energía barata para que eso mismo nos permita radicar otros emprendimientos, como turísticos o industriales. Si se llevan nuestro mineral, que dejen algo.
P: ¿Cree que las actuales autoridades provinciales tienen esa mirada?
CM: Me parece que se está teniendo esta mirada, creo que son conscientes de que esta vez hay que aprovechar la explotación minera, en contraste con lo que pasó antes con La Alumbrera, que no dejó nada después de 21 años. Solo basta con recorrer los pueblos cercanos, como Andalgalá o Santa María, para ver que se perdió una oportunidad.
P: ¿Qué opina del Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI)?
CM: El mundo sabe que no tenemos capital para emprender nada con recursos propios y está claro que son condiciones leoninas pero es el único modo para atraer inversiones. Pero lo que frena cualquier iniciativa es la persistencia del cepo cambiario porque nadie del extranjero quiere invertir si no sabe qué podrá hacer con lo que genera.
P: ¿Cómo está el rubro textil desde que asumió el actual Gobierno nacional?
CM: La estamos peleando porque el mercado está muy deprimido, cerca de un 30% por debajo del escenario que deberíamos tener. Por eso es necesario que el mundo de la política termine con las peleas internas y ayude a que la situación se recupere, cuanto antes.
P: ¿Cree que es posible que avance el proyecto que presentaron la Uniones Industriales de Norte Grande a los gobernadores para que se apruebe una ley con beneficios industriales para achicar asimetrías con otras regiones?
CM: Te lo explico fácil. Los puestos de trabajo registrados en el total del país son 6.353.000, en el Norte Grande son 812.000, es decir, solo un 12.79%. Esta disparidad provoca que nuestros jóvenes migren a otras regiones en búsqueda de empleo por la falta de oportunidades locales. Por eso hay que generar empleo privado, urge. Claramente la región Norte Grande está distanciada, está olvidada y en todos los niveles que se evalúen estamos por debajo de los índices de la Región Centro”.
P: ¿Cree que el escenario puede mejorar en los próximos meses, con las medidas que está tomando el Gobierno?
CM: Hay cosas que están bien, como la baja de la inflación y la emisión cero. Esperemos que las otras funcionen.
fuente:ambito