Son de Jujuy, Salta, Tucumán y Chaco. No tienen obra social y las autoridades ignoran el pedido de la droga que los mantiene con vida.
Para los pacientes trasplantados, la medicación inmunosupresora es tan necesaria como el aire. Deben tomar esas drogas para evitar el rechazo del órgano trasplantado, y no disponer de ellas implica el riesgo cierto de perderlo (después de lo que esperaron para conseguirlo) o incluso la muerte.
Con esa posibilidad temeraria conviven pacientes trasplantados -hepáticos, renales, cardíacos- sin obra social del norte argentino, que denuncian la falta de Tacrolimus de 1 mg (Prograf). Los pacientes ya no tienen la medicación necesaria y se estuvieron “repartiendo” las cajas de stock que tenían, incluidas algunas donaciones, pero se encuentran en una letal cuenta regresiva.
La doctora Patricia Gallardo, presidenta de la Fundación Sayani para enfermos hepáticos, con sede en Jujuy, asegura que ya se comunicaron con personal de CUCAIJUY. “Nos dijeron que se habían solicitado 80 cajas de Prograf pero sólo recibieron 10, por lo que le siguen reclamando a INCUCAI una solución definitiva”. En la misma situación estarían pacientes de Salta, Tucumán y Chaco.
Paradójicamente, desde el laboratorio que fabrica el Prograf, que es Gador, informan que no hay faltante de esa medicación.
La gravedad de la situación hizo que se le solicitara una intervención urgente al ministro de Salud nacional, Jorge Lemus, pero hasta el momento no han recibido respuesta.
fuente: REVISTA NOTICIAS