El crimen ocurrió en 2004 en Ingeniero White; fue condenado a 17 años de cárcel, pero salió a los 11
Pablo Cuchán tenía 25 años en 2004, cuando quedó detenido por asesinar, descuartizar y quemar en una parrilla el cuerpo de Luciana Moretti, una adolescente de 15 años con quien tenía una relación. El hombre cumplió una pena de 11 años y hace poco volvió a llamar la atención de los vecinos de Bahía Blanca. Busca pareja a través de las redes sociales.
Hace 13 años, y luego de 11 días desaparecida, Luciana había aparecido descuartizada y quemada en el fondo de la vivienda que Cuchán ocupaba con sus padres y una hermana discapacitada. El hombre vivía a dos cuadras de la casa de la víctima.
Años más tarde el homicida fue condenado a 17 años. Pasaron 11 y hace un año recuperó la libertad, dado que nunca hubo sentencia firme. Tras recuperar la libertad, se radicó en Monte Hermoso.
El hombre busca pareja en la red social Tinder, utilizada para concretar citas, y además tiene una nutrida actividad en su cuenta de Facebook. Además, según publica el medio local “La Brújula 24”, Cuchán habría sido denunciado hace porco por otra mujer, quien asegura haber sido maltratada por él.
El crimen de Luciana
A fines de octubre de 2004, una pareja que caminaba por la zona descampada cerca del paraje El Guanaco, en Ingeniero White, encontró un cráneo que se envió a peritar. Luciana Moretti había desaparecido el sábado 16 de quel mes, después de conversar, alrededor de las 5.30 de la madrugada, con su padre Julio antes de que el hombre fuera a trabajar.
“Hablamos del estudio y del colegio”, dijo entonces el empleado municipal, que desde un primer momento aseguró que a su hija “la secuestraron”. El propio Moretti viajó con la policía a La Pampa y a Río Negro buscando a la menor, y había asegurado que Luciana “tenía amistades muy pesadas”.
Una hermana que llegó de bailar a las 6.30 advirtió a su madre de la ausencia de Luciana. Media hora más tarde la propia adolescente llamó para decir: “Estoy con Claudia, ahora voy”. En realidad nunca estuvo con ella, según confirmara más tarde la propia amiga, que a esa hora estaba trabajando.
Al día siguiente un transportista dijo haberla visto subir a una camioneta y su relato coincidía con la descripción de la vestimenta de la menor.
Cuchán era el dueño del teléfono desde donde se hizo la llamada en la que Luciana dijo estar en la casa de su amiga Claudia. La víctima vivía a sólo dos cuadras del victimario, que tiempo más tarde fue condenado a 17 años de cárcel. Sin condena firme, salió 11 años después.
fuente: LA NACION