
El Concejo Deliberante de Yerba Buena fue el escenario de un escándalo en el que hubo piñas y volaron sillas, por un conflicto institucional que lleva meses y que pareciera no tener solucióne
Este viernes a la mañana, Benjamín Zelaya, quien reemplazaba al intendente Mariano Campero por una licencia, intentó acceder al despacho principal. Sin embargo, el jefe de Gabinete municipal, Manuel Courel, le dijo que no tenía la llave, por lo que era imposible el ingreso.
Ante esta negativa y luego de una discusión, Zelaya decidió destituir a Courel por decreto, por lo que Campero decidió suspender su licencia y regresar a sus funciones.
“Hubo un golpe institucional que terminó literalmente a los golpes y la ligué yo. Es patético lo que pasó. Nunca quisimos llegar a esto, estamos dando un espectáculo deplorable. Nos están bloqueando todo lo que queremos hacer, están en una actitud destituyente. Zelaya y los que están detrás y arriba de él, el legislador Ariel García. Quieren tomar por la fuerza lo que no pueden ganar en las urnas”, agregó Courel.