Con el objetivo de disimular el aumento de precios, las empresas argentinas han comenzado a reducir sutilmente el tamaño de los envases en los que ofrecen sus productos. “Es una tendencia que surgió en la crisis argentina de 2001, siguió después con los controles de precios de [el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo] Moreno y ahora se está reflotando”, afirmó el periodista Alfredo Sainz en el programa Comunidad de Negocios.
“Son las marcas que deciden, en vez de aumentar el precio, achicar el producto y eso termina generando una suba porque pagás lo mismo por menos”, añadió Sainz. El fenómeno se evidencia, por ejemplo, en las botellas de litro de aceite -que ahora traen 900 ml-, los rollos de papel higiénico, que solían traer 74 metros -pasaron a 50 o 60- y el pote de dulce de leche de medio kilo -que ya viene de 400 gramos-.
“No te engañan porque vos leés la etiqueta, pero a veces no te das cuenta, porque estás habituado a llevártelo y la diferencia de tamaño es reducida”, comentó Sainz.
fuente: la nación