Los abuelos de la criatura que apareció sin vida en el fondo de una vivienda de Lomas de Tafí se transformaron en los principales sospechosos del crimen.
La fiscal Adriana Giannoni considera que uno de ellos la mató y que el otro buscó deshacerse del cuerpo.
Hasta el momento, no encontró indicios para sospechar que la madre adolescente tuvo alguna participación en el hecho.
Una vecina encontró el sábado al mediodía el cuerpo en el fondo de su casa. A partir de ese momento se inició una investigación cuyos detalles recién se están conociendo.
La adolescente ocultó hasta lo que más pudo el embarazo. Vecinos le dijeron a La Gaceta que no sabían que ella estaba esperando un bebé y otros dijeron que notaban algo extraño, puesto que usaba ropa amplia.
Además, en la Escuela Secundaria de Lomas de Tafí confirmaron que tampoco sabían de la situación y que había asistido hasta el día jueves sin problemas a clases.
Podría ser un indicio de que habrían tenido planeado deshacerse de la criatura. Según se sospecha, eran cuatro las personas que estaban al tanto del embarazo: la adolescente, su ex novio y los padres.
En principio, según el padre de la criatura fallecida, la adolescente sí había recibido atención médica durante todo el embarazo.
El joven también aclaró que ella le había pedido en varias oportunidades que visitaran a un profesional para que interrumpieran el embarazo, pero nunca se concretó ese paso.
La pequeña nació el viernes a la siesta y no en la madrugada del sábado como se pensó en un primer momento, según las estimaciones que realizaron los peritos después de haber realizado diferentes estudios.
Ese cálculo coincide con el informe de la clínica que remitió en las últimas horas a la Justicia: la adolescente fue atendida en la guardia del sanatorio pasadas las 18.
Después de dos horas, cerca de las 20, fue internada en terapia intensiva por la hemorragia que sufrió por el parto de alto riesgo que se realizó en la vivienda de Lomas de Tafí sin ningún tipo de medidas sanitarias.
Permaneció allí hasta el sábado a la tarde, que fue derivada al Hospital de Niños. La fiscal cree que, después del crimen, y al observar que el cuadro de la adolescente se agravaba, decidieron concurrir a un especialista y después el padre terminó regresando al hogar, ya que debía presentarse a trabajar el sábado.
Los peritos confirmaron que la bebita había nacido con vida y que su muerte se debió a los fuertes golpes que recibió en la cabeza. Determinaron además que las lesiones que presentaba por haber sido arrojada a una casa del vecino fueron generadas después del fallecimiento.
También reconocieron la presencia de lesiones en el cuello, como si la hubieran tratado de asfixiar, pero ese intento de estrangulamiento no habría provocado su fallecimiento.
Además se le detectó un importante hematoma en la zona del ojo.
Está confirmado que la pequeña fue asesinada, pero por ahora no se determinó quién fue el responsable del crimen.
La abuela y el abuelo de la beba aparecen como los principales sospechosos, ya que los peritos y especialistas coincidieron en señalar que la menor, por el parto complicado que tuvo, no estaba en condiciones de agredirla hasta causarle la muerte y, mucho menos, desplazarse hasta el fondo de la vivienda para arrojarla a la casa de su vecina.
Por otra parte, aunque se sumaran indicios en su contra, nunca podrá ser acusada por el hecho, ya que por tener 14 años es inimputable. Diferente es el caso de sus padres, que deberán enfrentar cargos por homicidio agravado por el vínculo.
El padre de la adolescente habría sido el encargado de arrojar el cuerpo de la recién nacida, que fue hallado el sábado al mediodía por la propietaria de la casa cuyo fondo da con el de la familia de la adolescente.
En base a los testimonios que recogió el personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Cristian Peralta y Diego Bernachi, se sospecha que el cuerpo fue arrojado en la madrugada del sábado.
“Varios vecinos aseguraron que escucharon ruidos extraños cerca de las tres”, comentaron. En esos momentos, el único que habría estado en el domicilio es el padre de la adolescente, ya que la madre se encontraba en la clínica cuidando a su hija.
La versión de que él se encontraba trabajando a esa hora fue totalmente descartada. Giannoni confirmó que el hombre pidió licencia jueves y viernes en la empresa para la que trabaja. Se reintegró a sus funciones el sábado por la mañana y, según se cree, después de haber arrojado a la criatura a la casa de la vecina, a través de la tapia.
fuente: contexto, la gaceta
Me parece tan cruel matar una bebé, si llegó a término el embarazo, la hubieran dado en adopción. Francamente no logro entender este aberrante hecho a