Un joven de 19 años murió en la madrugada de este sábado como consecuencia de los golpes que recibió en una pelea fuera del boliche Le Brique, de la localidad bonaerense de Villa Gesell, por lo que el fiscal que investiga el hecho dispuso demorar al menos a 8 personas, informaron a Télam fuentes policiales y judiciales. El fallecido era oriundo de Buenos Aires y los agresores fueron identificados como rugbiers de un club de Zárate.
La pelea se registró pasadas las 5 en la puerta de la discoteca ubicada en avenida Buenos Aires y calle 102, donde dos grupos de entre cinco y seis jóvenes se propinaron patadas y golpes de puño en la vereda del lugar.
Las fuentes indicaron que la riña habría comenzado en el interior de la discoteca y terminó en la vereda, donde el joven, que fue identificado como Fernando Sosa Báez, recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente.
Según trascendió, el altercado entre las dos bandas de amigos se inició adentro del local bailable por lo que los patovicas aplicaron el protocolo de seguridad y los echaron del lugar por distintas puertas.
Las agresiones continuaron sobre la Avenida 3 hasta que intervino la policía y dispersó a los agresores. En el momento que la víctima quedó solo fue increpado por un grupo 5 personas, quienes a golpes de puño y patadas lo dejaron tendido en el piso prácticamente sin conocimiento.
Ante esta situación, los transeúntes dieron rápido aviso al 911 y un ambulancia del SAME lo trasladó al hospital Arturo Illia para ser asistido. El joven ingresó a las 5:14 con traumatismo y pérdida de conocimiento. Pero más allá de las tareas de reanimación que le practicaron los médicos, falleció a los 6.
“Estábamos sentados en un bar que queda pegado a un boliche tomando algo y salen unos pibes del boliche peleando. Le pegan entre varios hasta que lo agarran en el piso a patadas (le patearon hasta la cabeza). Yo justo me había ido al baño y cuando salí el pibe estaba desmayado, sin remera y a nada de ahogarse en sangre. Me cruzo para saber como estaba y aparentemente estaba desmayado”, relató Camila Heit, una testigo privilegiada de lo ocurrido, en su cuenta de Twitter.
Los jóvenes homicidas estaban alojados en un chalet de dos plantas situado sobre la calle 202, en la entrada al Bosque Pinar, cuando fueron interceptados por personal policial. Todos juegan al rugby, son oriundos de Zárate y sus edades oscilan entre los 18 y 20 años.
fuente: contexto