La información es realmente muy fuerte y sigue conmocionando a medida que pasan las horas. Hace algunos meses atrás, la versión de la separación del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, comenzó a circular con fuerza en los medios de comunicación de nuestro país. Varios periodistas salieron a confirmarlo, y algunos, como fue el caso de Yanina Latorre, manifestó que no se trataba de un mero distanciamiento con la empresaria Bárbara Diez. Al parecer, todo tendría que ver con un supuesto embarazo de Milagros Maylin, y la llegada de un hijo extramatrimonial.
Según manifestó una fuente confiable a El Intransigente, el dirigente perteneciente a Juntos por el Cambio ya habría sido padre tras mantener una relación con la mencionada funcionaria. Cabe recordar que él se habría ido de su casa a finales del 2020, cuando la noticia habría estallado en su familia. Además, la versión indica que estaría dispuesto a comunicarlo en las próximas horas.
«No es un distanciamiento. Es separación. No se fue hace un mes. Exploto la BOMBA la semana pasada», manifestó la panelista de «Los Ángeles de la Mañana», Yanina Latorre en su cuenta de Twitter cuando ciertos rumores comenzaban a aparecer en escena. Ante semejante información, Jorge Rial, sin dar nombres, decidió romper el silencio también en sus redes sociales.
«No existe la vida privada de un funcionario. Todo lo que hace es de interés público. Cada gesto, cada actitud lo define como dirigente. Y como tal influye en las decisiones que nos involucra a todos. Se podría decir, tranquilamente, que gobiernan como viven», afirmó el conductor de «Intrusos», quien no dio más detalles al respecto y que evitó dar más certezas acerca de esta noticia.
«Están allí por decisión personal. Cada dos o cuatro años se ponen a consideración del público en elecciones. Y en su discurso hablan de moral y ética como un bien a resaltar. Por eso, hay que bancar con el pecho lo que se ofrece en un discurso», disparó el marido de Romina Pereiro dejando a Horacio Rodríguez Larreta en el ojo de la tormenta, a la espera de lo que sería la confirmación oficial.