Jorge Ramacciotti es jefe del servicio de terapia intensiva del hospital Padilla, el sector que, en todos los hospitales del país, se encuentra todos los días, cara a cara, con lo peor de la pandemia de coronavirus.
Al cabo de un año de pandemia y ante una segunda ola que sigue creciendo en intensidad y gravedad, el médico describe un cuadro general crítico de agotamiento que afecta no sólo a los recursos materiales sino al personal.
“En Tucumán la situación desde el punto de vista sanitario es muy preocupante, en un contexto gravísimo. Con una tasa de muertes muy elevada”, advirtió el especialista en una entrevista con un medio local.
De cara al segundo año de pandemia el médico consideró que “la población en su conjunto y los trabajadores de la salud estamos en otro contexto político y social, hoy hay una crisis política muy severa, una económica que nos está devastando”.
“Es más grave que el año pasado. Uno puede enfrentar el cansancio cuando estamos contenidos, pero salimos a la calle y nos pueden matar por la inseguridad”, remarcó Ramacciotti.
Para el facultativo, “la gente transmite desesperanza, en un clima generalizado. Hay una gran precariedad con la que uno vive el día a día”.
El profesional fue lapidario a la hora de evaluar la gestión sanitaria del gobierno nacional. “El ministro de salud de la Nación fue incompetente y duró demasiado en el cargo. La vacunación VIP lo terminó arrastrando. Esta cuarentena de fase 1 con toda la gente guardada fue nefasta”, disparó.
A la hora de enumerar errores, apuntó contra el número de testeos y, sobre todo, el plan de vacunación. “Es una inmoralidad prometer lo que no se puede cumplir. Manejaron todo de manera irresponsable. Argentina está en el peor lugar en el manejo de la pandemia”, fustigó.
Respecto de lo que ve cada día en la terapia intensiva del Padilla, Ramacciotti afirmó que “las personas no se cuidan, hay que dar un mensaje claro. Ahora el virus se comporta de una manera diferente, venimos de pacientes añosos, pero ahora hay mayor precocidad”.
Y advirtió que “todavía hay mucha gente que cree que el virus no existe, pero sí existe. Y mata. Tal vez no me mate a mí, pero puedo ser vector para contagiar a mi madre, a mi padre, a mis hermanos. Por eso para liderar una comunidad se debe dar el ejemplo”.
Sobre lo que se viene en la provincia, el profesional fue muy claro. “Si esto continúa así es posible que lleguemos a un nivel mucho mayor. Estamos caminando hacia la crisis. Y tarde o temprano vamos a tener que decidir quién entra al respirador y quién no. Decidir sobre la vida y la muerte”.