Un hombre mató a tiros a tres personas en un centro cultural kurdo y en una cafetería cercana en el centro de París, lo que llevó a decenas de manifestantes a protestar en las calles aledañas.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, declaró que el presunto agresor quería atacar a extranjeros, pero que no había pruebas de que hubiera elegido específicamente a kurdos.
Alrededor del mediodía se produjeron varios disparos en la Rue d’Enghien, sembrando el pánico en una calle repleta de pequeños comercios y cafés del concurrido distrito 10 de la capital francesa.
Las tres víctimas mortales eran kurdas, según declaró a Reuters un abogado del centro cultural kurdo.
Al caer la tarde, la policía disparó gases lacrimógenos para hacer retroceder a una multitud enfurecida a poca distancia del lugar de los disparos, mientras se lanzaban piedras contra los agentes, se volcaban contenedores de basura y mesas de restaurante y se causaban daños en al menos un automóvil.
Las autoridades dijeron que habían detenido a un hombre de 69 años, que, según la fiscal de París, Laure Beccuau, había sido puesto en libertad recientemente a la espera de juicio por un ataque con sable contra un campamento de inmigrantes en París hace un año.
Juan-Golan Eliberg, un artista que trabaja en el centro kurdo, dijo a Reuters que el atacante había apuntado contra kurdos.
Mehmet Dilek, testigo presencial, declaró a Reuters que primero escuchó disparos y luego gritos procedentes del interior de una peluquería situada frente al centro cultural. Los transeúntes redujeron al tirador cuando tuvo que recargar su arma de fuego, añadió Dilek.
«Puede resultar chocante para alguien que nunca ha tenido una preocupación en su vida. Pero hemos crecido bajo la amenaza de armas y bombas, así es la vida para nosotros los kurdos», continuó.
El tiroteo constituye un «drama terrible», declaró a la prensa la alcaldesa del distrito, Alexandra Cordebard. Uno de los heridos presentaba lesiones de riesgo vital, indicó.
FUENTE: MISIONES ONLINE