Fueron a sufragar a las urnas 1,4 millones de electores menos que en 2019. Apenas supera en 1,2 puntos la de los últimos comicios legislativos, cuando había restricciones por el COVID-19
La apatía electoral, esa tendencia que se había manifestado en prácticamente todas las elecciones provinciales que anticiparon estas PASO, se replicó ahora a nivel nacional: sólo votó el 69% del electorado, lo que representa un aumento histórico del ausentismo en primarias presidenciales. Fue la participación electoral más baja en una elección presidencial desde que se instauraron las PASO, en 2011. El ausentismo se ubicó apenas 1,2 puntos procentuales por encima de las últimas primarias legislativas, cuando todavía había restricciones por el COVID-19.
La comparación con las internas abiertas de la anterior elección presidencial lleva esa distancia hasta 7 puntos de diferencia, ya que en 2019 la participación había llegado al 76,4 % del padrón. Habrá que seguir, a medida que avanza el escrutinio, la cantidad de voto en blanco, otro de los síntomas de un descontento masivo con la oferta electoral que también creció en las provincias que ya eligieron gobernador. En votos, concurrieron a las urnas 1.438.897 electores menos que en 2019, y 1.419.048 que en 2021.
El fastidio generalizado por los problemas económicos y el malestar por otras demandas ciudadanas insatisfechas en la última década son algunos de los motivos de esta anemia electoral de los argentinos, coincidieron los analistas consultados por Infobae. La cifra de ausentismo fue observada durante todo el día en los comandos de campaña de los principales candidatos, que con los cortes emitidos por la Cámara Nacional Electoral anticipaban una caída en la participación respecto del 2019, como había ocurrido en casi todos los comicios provinciales. El tribunal electoral indicó que a las 18 apenas había votado el 66% del padrón, pero algunas escuelas todavía continuaban abiertas, en especial en Capital Federal, donde se autorizó a extender la actividad en algunas mesas hasta las 19.30. La cifra finalmente se cerró cerca de las 20:30, cuando se confirmó que llegaba apenas al 69% del electorado.
Los números del calendario 2023 dan cuenta de una tendencia: el voto en blanco había crecido en 12 de las 17 provincias en las que hubo elecciones; y la participación electoral había caído en 14 de las 16 provincias que eligieron gobernador. Poco valieron los intentos de los partidos políticos y la justicia electoral para evitar que ese fenómeno se repitiera en estas internas abiertas. Las primeras cifras de participación electoral, apenas cerradas las urnas, están incluso por debajo de las previsiones tanto de los especialistas como de las principales fuerzas políticas, que estimaban alrededor del 70% del padrón.
Con los datos del escrutinio en proceso, todavía no está claro a quién podría perjudicar esta tendencia. Los jóvenes solían ser los electores más desencantados con los políticos, es decir, que los candidatos con más votos de esa franja podrían sufrir una merma ante la baja participación. Los números de la última elección, por ejemplo, indican que la baja en la participación perjudicó al kirchnerismo, que perdió millones de votos en los comicios legislativos.
fuente:infobae