El secuestro de un celular en una celda de la Comisaría 1° de la ciudad santafesina de Esperanza reveló un escándalo sexual y derivó en el pase a disponibilidad de una mujer policía.
Todo empezó con una pelea entre dos presos que se encontraban alojados en el penal que funciona dentro de edificio de la Unidad Regional XI Las Colonias de la Policía de Santa Fe. Al advertir la situación, los oficiales que estaban de guardia en ese momento activaron el protocolo y, tras separar a los involucrados, hicieron una requisa en el calabozo.
La sorpresa se la llevaron al revisar el celular de uno de los detenidos y descubrir en el dispositivo videos sexuales que habían sido grabados dentro del calabozo entre el recluso y una suboficial que cumplía servicios en la misma seccional.
Tras el inesperado hallazgo, los oficiales informaron a las autoridades de la Unidad Regional XI y se le dio intervención a la Unidad Especial de Delitos Complejos y al área de Violencia Institucional, a cargo de Ezequiel Hernández.
Según publicaron los medios locales el escándalo ya tuvo consecuencias. Entre las primeras medidas, se decidió separar y trasladar a los dos detenidos que participaron de la pelea y la oficial involucrada en los videos íntimos fue pasada a disponibilidad y se le abrió causa judicial por incumplimiento de los deberes de funcionario público, a cargo del fiscal Ezequiel Hernández, del MPA de Santa Fe.
Por otra parte, investigan a dos empleados de la comisaría para determinar que grado de responsabilidad tuvieron en cada uno de los hechos. “Son dos frentes que van de la mano: el judicial y el interno con las actuaciones administrativas”, detalló una alta fuente del Ministerio de Seguridad.
fuente:contexto