El difunto había sufrido un paro cardíaco en su celda y falleció.
Es común escuchar historias que sufrieron un paro cardiaco y pudieron regresar a la vida, pero no lo es saber de personas que estaban ya en su funeral, en su ataúd y de la anda, abren los ojos y se sientan.
Por ello es que cuando todos los asistentes vieron que justo eso hizo Jorge Elías, un preso colombiano, hubo entre todos, furor, confusión, asombro y miedo.
El difunto había sufrido un paro cardíaco en su celda y falleció, pero justo en su ataúd, todos los que estaban con él aseguraron que abrió los ojos y se sentó, incluso que pasó un tiempo sentado en una silla.
Muchos dicen que fingió su muerte para escaparse de prisión, otros lo atribuyen a un milagro y muchos más no tienen ni la menor posible explicación. Finalmente, después de un par de horas, Jorge Elías fallecía definitivamente.
fuente:NUEVODIARIO