“No queremos nuevas Venezuelas en la región”, advirtió el brasileño en la Rosada.
Jair Bolsonaro hizo un fuerte respaldo a la reelección de Mauricio Macri y desde la Casa Rosada le pidió a los argentinos que en octubre voten con “mucha razón y menos emoción”.
“Toda América del Sur está preocupada en que no tengamos nuevas Venezuelas en la región”, fue lo primero que dijo Bolsonaro en la declaración a la prensa que brindó junto al presidente argentino en el Salón Blanco.
“Voy a hacer un llamado al pueblo argentino para que Dios los pueda bendecir a todos, porque tendrán por delante, ahora, en octubre, las elecciones y todos tiene que tener, así como Brasil en gran parte lo hubo, gran responsabilidad y mucha razón y mucha menos emoción para poder decidir el futuro de este país”, concluyó el brasileño.
En cuanto a anuncios, el brasileño se refirió a dos represas hidroeléctricas que quiere construir junto a Argentina. Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, se acercó a la prensa y sin dar mayores precisiones dijo que las represas serán binacionales y estarán en la frontera.
Además hablaron del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea con en el que Macri sueña desde que asumió. “Estamos muy cerca de un acuerdo con la Unión Europea, y también con el Efta (Asociación Europea de Libre Comercio), con Canadá y con Corea”, señaló el presidente argentino.
Tras la breve declaración a la prensa, los mandatarios bajaron al museo de la Rosada para comerse una centolla de Tierra del Fuego regada con tinto Catena y champán Barón B.
En las mesas principales se sentaron Nicolás “Nicky” Caputo, el “hermano del alma” de Macri; Gustavo Arribas, el director de la ex Side; Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, principal operador judicial del presidente y el carnicero Alfredo Coto, que usó gafas negras. A Caputo y Arribas se los vio hablando animadamente con el jefe de gabinete, Marcos Peña.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, cruzó palabras con Rogelio Frigerio y Eduardo Bolsonaro brindó junto a Fulvio Pompeo y Fernando de Andreis. José Torello, amigo de Macri en las épocas del Newman, trotó levemente para chocar su copa con el diputado federal de San Pablo.
Antes de atacar la centolla y el filet mignon con alcachofa, Bolsonaro regaló una camiseta de la selección de Brasil con la que posó Macri. “Perdimos 20 puntos con esto”, bromeó un funcionario de la mesa chica del argentino.